
Dos vagabundos, Linyera y Rodamón, habitan en un basural. Un basural que podría estar en cualquier parte del mundo. Los domina el hambre, el hambre en la barriga, como ellos dicen. Sin embargo, no sienten hambre espiritual. Viven cada minuto, cada día, cantan, disfrutan, juegan y se aman. En un lugar sin tiempo, sin pasado ni futuro.
Dentro de esta rutina inventan una historia para contarnos porqué existe el hambre en el mundo. La historia es la de Godofredo, un niño de Castilla al que una mosca lo invita a conocer su país. Allí descubre cosas que jamás habría imaginado. Las moscas no son unos bichos molestos como todos creen, tienen una organización perfecta, en su país reinan la justicia y la igualdad.