Un Rey excesivamente protector y su heredero, un niño al que no permite jugar con otros niños, protagonizan este espectáculo infantil. «Dentro del estilo original de A la Sombrita para la producción de sombras, contaremos la historia de un Rey que en su castillo, protegía excesivamente a su único heredero, no dejándole jugar con los otros niños de la aldea. El monarca conseguía mantenerlo apartado encerrándolo a solas en una suntuosa habitación. Pero el Príncipe creció y un día descubrió el valor de una sonrisa y la importancia de la amistad.»
La historia de «El Príncipe que no sabía jugar» tiene la virtud y la singularidad de que en lugar de la clásica doncella a la que hay que rescatar, divertir o despertar, aquí es un joven príncipe el que espera ser rescatado de su tristeza. Solo lo consigue cuando escapa y conoce la libertad.
El tratamiento de la luz y la oscuridad, el sonido, la música, la duración y el tono de la narración de la historia, hace que el espectáculo sea recomendó para niños y niñas mayores de 3 años y especialmente, para toda la familia.