
El teatro no es un lugar al que solo uno va a disfrutar… debería de ser un lugar al que uno va para viajar.
El teatro no es caro… por lo menos es infinitamente menos caro que viajar.
Siempre pensé que el escenario es un vuelo a lugares imposibles y desde lugares conocidos y, en este caso, desde Madrid, desde un rinconcito del mundo que se llama Carabanchel. No solo porque el teatro (no seamos pretenciosos) te puede llevar a otras capitales o a otros lugares donde nunca estuviste, o igual sí… sino porque te puede llevar a otros estadios: El teatro te puede llevar a mundos oníricos, a lugares absurdos, a lugares reales desde el sesgado prisma de lo necesario.
Esta obra es un verdadero panegírico a la posibilidad de viajar con el teatro.
Esta obra está formada por:
Sueños de un seductor (versión teatral de la película homónima escrita por Woody Allen)
Viaje de ida a la ciudad eterna (de Juan Expósito)
Inquisición española (sketch de Monty Python)
Además, esta obra tiene textos inéditos que nos hablan de la necesidad de viajar en el teatro.