
En lengua Alcan «Sum» significa sombra.
De eso va SUM de sombras.
La sombra que proyectamos y con la que nos identificamos, la podemos hacer grande, grandísima y también pequeña. Podemos jugar a deformarla, a transformarla, a bailar con ella…
EN SUM JUGAMOS CON NUESTRA SOMBRA HASTA QUE… ¡LA PERDEMOS!
Nuestra sombra representa, de algún modo, nuestra identidad. Simboliza una parte de nosotros mismos.
En torno a los 18 meses, se desarrolla un proceso de reconocimiento frente al espejo. El bebé comienza a advertir que está observando su propio cuerpo, su propio yo. Es un momento importante; un paso fundamental en el desarrollo de la consciencia de sí mismo. Se empieza a configurar una imagen corporal propia y el descubrimiento de la sombra complementa este proceso.
Hasta el día de hoy, y en todos sus espectáculos, Baychimo siempre ha considerado en el planteamiento y creación de sus puestas en escena la fusión de recursos tradicionales con las nuevas tecnologías y el lenguaje visual que las actrices convierten en un recurso vivo, que facilita la acción y una comunicación directa que promueve espectadores activos.
Pretenden que este espectáculo sea un espacio de convivencia de distintos lenguajes y recursos diversos.